¿Quiénes Somos?

Lumen Dei en Covadonga: seminaristas de la Unión Lumen Dei en su visita al santuario de Covadonga en Oviedo junto al Arzobispo Monseñor Jesús Sanz Montes, comisario pontificio para Lumen Dei.

La Unión Lumen Dei es una pequeña familia dentro y bajo la Iglesia Católica. Una Familia Eclesial, formada por laicos célibes o no célibes, y clérigos. Queremos ser en el mundo de hoy lo que Jesús fue y quiere seguir siendo hoy a través de los que se declaran suyos: luz para iluminar y santos para santificar. Queremos ser luz de Dios, y Dios es Amor: Lumen Dei es amor de Dios.

Familia Lumen Dei: miembros de la Unión Lumen Dei del sector sacerdotal y matrimonial reunidos para la ordenación diaconal de uno de los seminaristas, acompañado por sus familiares.

La Unión Lumen Dei es una asociación católica de fieles, aprobada por la Iglesia, integrada por laicos célibes o no, y clérigos., distribuidos en tres sectores según la propia vocación: en el sector sacerdotal se integran los sacerdotes, seminaristas y varones célibes que desean vivir una vida comunitaria para servir al sacerdocio de Cristo; en el sector femenino se integran las mujeres célibes que quieren consagrarse, a ejemplo de Santa María, para ayudar al sacerdocio de Cristo; y en sector matrimonia se integran los seglares tanto célibes como casados que desde su vocación seglar desean ayudar a la extensión del Reino de Dios en medio del mundo.

Nuestra misión es la expansión del Reino de Dios, mediante la configuración con Cristo, la Víctima del Gólgota, participando de su misión redentora.

Nuestra espiritualidad, unida a la Tradición de la Iglesia, es: Trinitaria, cristocéntrica, eucarística y mariana.

Centramos toda nuestra actividad apostólica en el servicio a los más necesitados, tanto física como moralmente, mediante múltiples obras de asistencia social y espiritual. Así buscamos responder al llamado de la Iglesia de hacer del progreso humano plataforma de santidad, para un desarrollo integral del género humano.

En la actualidad desarrollamos nuestra labor apostólica en España y Perú. Siendo Mons. Jesús Sanz Montes O.F.M el actual Superior General como Comisario pontificio desde 2009 por disposición de la Santa Sede.

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Historia

El Padre entre sus pobres: una de las primeras fotos del Fundador de la Unión Lumen Dei, Rodrigo Molina Rodriguez, en una de las comunidades quechuas del altiplano andino.

La asociación Unión Lumen Dei nació en el Altiplano andino, en el Cuzco (Perú) durante la década de los 60’s por obra del sacerdote jesuita español Rodrigo Molina Rodríguez con el fin de responder al llamado social de la Iglesia en favor de los más desfavorecidos. Por ello, con un grupo de laicos funda Prodesa, que con el tiempo se convertiría en la Unión Lumen Dei y en la ONG A.B.C. Prodein.

El padre Molina con sus machacados: El padre Rodrigo Molina (fundador de Lumen Dei) junto a unas madres quechas de los andes acompañadas de sus hijos.

Nuestro fundador, el R. P. Rodrigo Molina Rodríguez, S.I. (Pravia, Asturias, 23 de octubre de 1920), fue enviado a Perú en diciembre de 1966 para trabajar al servicio del Sr. Arzobispo de Cuzco, Mons. Ricardo Durand Flórez.

Ante la desgarradora situación del pueblo quechua, va concibiendo la Asociación para atender las necesidades materiales y espirituales de las zonas más deprimidas del país, apoyado por un grupo de laicos.

Surge un primer esbozo legislativo del “Ideal PRODESA”, el 10 de julio de 1967. El objetivo de la Asociación aparece ya claramente reflejado: «Realizar el programa de Jesús en el mundo del trabajo (…) Nos es necesario un equipo de hombres que se consagren a realizar este programa de Jesús para toda la vida y que se vinculen con un -compromiso moral que robustezca y dé unión y eficiencia a esa voluntad de consagración…»

En 1967, el P. Rodrigo Molina, regresa a España para buscar misioneros. Surgen las primeras semillas, los Cofundadores de lo que con el tiempo será el sector matrimonial. Son: José Cruz Vicente Letamendía y su esposa, Rosa María Urra, que recién casados dejan su tierra natal (el país Vasco) y se van a vivir entre los más machacados en el Cuzco.

Dos buenos amigos: El padre Rodrigo Molina (fundador de Lumen Dei) acompañado por Mons. Ricardo Durand Flórez, Arzobispo del Cuzco, como miembro auspiciador de la fundación de la Unión Lumen Dei.

El 16 de abril de 1969, se firma en Cuzco la escritura civil de Constitución de la “Asociación Benéfico Cristiana Promotora de Desarrollo A.B.C. PRODESA”, reconociendo al Excmo. y Rvdmo. Mons. Ricardo Durand Flórez, Arzobispo del Cuzco, como miembro auspiciador y al Rvdo. P. Rodrigo Molina como miembro gestor fundador y asesor espiritual de A.B.C. PRODESA.

Destacamos del texto de los Estatutos: «… ART. 4: El objeto de ABC PRODESA es promover el desarrollo integral del hombre y promoverlo exclusivamente según los principios contenidos en el Evangelio de Jesús (…) ART. 7: Para ser asociado se requiere poseer las siguientes condiciones: (…) b) Aceptar la Carta Magna del Ideal Prodesa y prometer cumplirla con fidelidad bajo juramento solemne. c) Ser persona que en su vida particular y pública acate y cumpla íntegramente la doctrina ético moral cristiana, es decir, todo cuanto ha sido preceptuado por Dios y su Iglesia. d) Desterrar de sus móviles de acción el lucro o el ánimo de lucro y aceptar como norma básica e insustituible en todo su proceder, así privado como público, el espíritu de pobreza, castidad según estado y obediencia.»

La «Carta Magna del Ideal PRODESA» a que se alude en estos Estatutos es aprobada por Mons. Durand Flórez, Arzobispo del Cuzco, entre los años 1969 y 1970.

La hermana Josefina: la hermana Josefina Serrano cofundadora y primer miembro del sector femenino de la Unión Lumen Dei.

Fechada en El Provencio, España, el 17 de abril de 1970, Josefina Serrano (Caracenilla, Cuenca, España, 27 de mayo de 1948) escribe su primera carta al P. Molina; le pide ser anotada en los próximos Ejercicios Espirituales (del 15 al 17 de mayo). Tras ello, se incorpora al grupo. El 18 de agosto de 1971, Josefina viaja por primera vez a Perú. Ella será la fiel mano de derecha del P. Molina en la fundación, Cofundadora del sector femenino.

El 9 de agosto de 1970, muere en un accidente aéreo el primer matrimonio misionero, José Cruz Vicente Letamendía y su esposa, Rosa María Urra, con sus dos hijos. Son los cofundadores del Sector Matrimonial.

En febrero de 1971, se decide el cambio de nombre y una mejor estructuración de la Obra. Habrá una Asociación de derecho eclesiástico, llamada Unión Lumen Dei, y otra asociación de derecho civil, como órgano de ayuda de la anterior, llamada A.B.C. Prodein, que llevará las obras sociales, animadas e impulsadas por el espíritu apostólico de la Unión Lumen Dei.

primeros miembros de Lumen Dei: los primeros miembros de la Unión Lumen Dei emiten por primera vez los votos.

El 10 de octubre de 1971, seis Miembros emiten, por primera vez, un voto temporal de obediencia, según el Cuerpo Legislativo de la Asociación LUMEN DEI, que se compone de la «CARTA MAGNA» y de su «DECLARACIÓN ADICIONAL».

Este documento legislativo mantiene los fines y medios en continuidad de espíritu al primer esbozo de 1967. «LUMEN DEI empieza por ser una simple asociación laical (…) de tipo sobrenatural. (…) Los componentes de Lumen Dei deben ponerse como primera y principal meta de sus fuerzas el adquirir: 1º. Plenitud de adhesión a Cristo, conformidad con el Evangelio (…) 2º. Perfección, la mayor que les sea posible (…) 3º. Aceptamos vivir el espíritu de pobreza, castidad y obediencia (…) 20º. Aceptamos el poner la santidad como meta u objetivo primordial de nuestra vida. (…) 23º. Aceptamos el esforzarnos en llegar a la familiaridad con nuestro Padre de los Cielos.»

El 31 de julio de 1974, Mons. Ricardo Durand Flórez, S.I., Arzobispo del Cuzco, aprueba «ad experimentum» por tres años el «Proyecto de Constituciones de Lumen Dei» para «que los integrantes de Lumen Dei sigan trabajando en la Arquidiócesis del Cuzco y dándole cuanto está de nuestra parte la suficiente personería para dicha vida y trabajo».

En este Proyecto de Constituciones aparecen netamente definidas -incluso literalmente- las líneas de la espiritualidad, que luego recogerán las Constituciones aprobadas por Mons. Alcides Mendoza, Arzobispo del Cuzco, en 1985; y Mons. José Guerra Campos, Obispo de Cuenca, en 1986, erigen la Unión Sacerdotal Lumen Dei.

El Sr. Arzobispo de Valencia (España), D. José María García Lahiguera, aprueba las Constituciones y erige canónicamente la Pía Unión Lumen Dei (U.L.D.), el 7 de octubre de 1975. Aunque las Constituciones representaban un avance sobre los anteriores documentos legislativos rudimentarios eran todavía Constituciones propias de un «in fieri» incipiente.

El Sr. Arzobispo del Cuzco, en el año 1985, y el Sr. Obispo de Cuenca, en el año 1986, erigen la «Unión Sacerdotal Lumen Dei» (U.S.L.D.) y la «Unión Lumen Dei» (U.L.D.) en sus diócesis y aprueban sus Constituciones.

El padre Molina y la hermana Josefina: El padre Rodrigo Molina y la hermana Josefina Serrano durante una de sus giras misioneras a América.

En la Unión Lumen Dei, los miembros del sector matrimonial tienen como objetivo desarrollar estructuras temporales en las cuales se encarne el Evangelio. Las pertenecientes al sector femenino comunitario están llamadas a ser ayuda adecuada del Sacerdocio de Cristo, a ser imitadoras de María con su «hágase en mí según Tu Palabra». Los miembros del sector sacerdotal están llamados a buscar la santidad como prolongación viva del Sacerdocio de Cristo.

Tras casi treinta años de servicio y fidelidad al Evangelio al lado del P. Molina, el 5 de octubre de 1999, después de una dolorosa enfermedad, fallece en Madrid la Cofundadora del Sector Femenino de la Unión Lumen Dei, la Hna. Josefina Serrano García L.D.

El 28 de abril de 2002, fallece en Madrid a los 82 años, víctima de un cáncer, el Rvdo. P. Rodrigo Molina L.D., Fundador de la Unión Lumen Dei.

El 15 de mayo de 2008, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica nombra Comisario Pontificio de la Unión Lumen Dei a Mons. Fernando Sebastián Aguilar, C.M.F., tras un breve tiempo agitado por graves complicaciones en el ejercicio de sus funciones, se ve en la necesidad de renunciar.

El 20 de mayo de 2009, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, por indicación del Santo Padre Benedicto XVI, nombra a Mons. Jesús Sanz Montes, O.F.M., entonces Obispo de Huesca y de Jaca, ahora Arzobispo de Oviedo, como Comisario Pontificio de la Unión Lumen Dei, quien continúa ejerciendo su cometido hasta el día de hoy.

Para el 13 de mayo de 2013, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica convocó a los miembros representativos de la comunidad a una reunión informativa con el fin de indicar las directrices a seguir. Como reacción, una gran cantidad de miembros fueron abandonando la comunidad hasta quedar reducida a una veintena de miembros. Ante esta situación, el Comisario Pontificio, Mons. Jesús Sanz, hizo pública una nota informativa, a la que se hizo inmediata contestación; por ello, la Santa Sede el 24 de mayo de 2015, tras una reunión con los obispos donde trabajaba la Unión Lumen Dei, para aclarar la situación y los sucesos ocurridos, hizo pública una nota informativa con las resoluciones tomadas en esa reunión.

Actualmente, la Unión Lumen Dei trabaja en España, donde atiende varias sedes con Retiros Espirituales y donde se forman sus seminaristas; también nos ha sido encomendada la Parroquia San Ignacio de Loyola en Lima (Perú), donde asistimos espiritual y materialmente a la comunidad.

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Fundadores

Los fundadores: foto de los fundadores de la Unión Lumen Dei. El padre Rodrigo Molina visita a la hermana Josefina Serrano durante su enfermedad.

La Familia Lumen Dei nació de la preocupación apostólica del sacerdote jesuita español, R. P. Rodrigo Molina Rodríguez, ante la extrema necesidad del pueblo Quechua del Cuzco; y, secundado por varios laicos, inició lo que hoy es la Unión Lumen Dei. De entre los laicos del momento inicial, destaca la persona de la Hna. Josefina Serrano García, que fue el fundamento de lo que hoy es el sector femenino de la Asociación.

R. P. RODRIGO MOLINA RODRÍGUEZ, L.D.

El padre Molina en sus primeros pasos: foto del El padre Rodrigo Molina (fundador de Lumen Dei) durante el periodo inicial de su apostolado jesuita en la casa de los Jerónimos, Murcia.

¿Quién fue el Padre Molina? Fue un sencillo sacerdote jesuita que, arrebatado por el amor divino, absorbido por el Absoluto, se desgastó sin cálculos humanos en su amor y celo por la máxima gloria de Dios y el bien del hermano necesitado. Un hombre incondicional a todas las exigencias de la Voluntad de Dios. Los pobres fueron su peso y su dolor. La desgarradora desolación del pueblo quechua le hirió el alma.

El Padre Molina nació en Pravia (Asturias) el 23 de octubre de 1920. Entró en la Compañía de Jesús el 13 de septiembre de 1939. El 13 de julio de 1956 fue ordenado sacerdote en la Casa Profesa de la Compañía de Jesús, en Madrid. Quiso celebrar su Primera Misa en «el Pozo del Tío Raimundo», por ser en aquel entonces la zona más pobre de Madrid.

Como respuesta a la llamada del Concilio Vaticano II y las Encíclicas de los últimos Papas, en 1967 funda en Cuzco (Perú) la Asociación Promotora de Desarrollo (PRODESA) con la plena complacencia de su Arzobispo, Mons. Durand Flórez, y, unos años más tarde, lo que hoy es la UNIÓN LUMEN DEI, integrada por sacerdotes, hermanas y laicos consagrados.

El padre Molina entre los niños: foto del El padre Rodrigo Molina (fundador de Lumen Dei) explicando el catecismo a los niños en uno de sus viajes misioneros a América.

No fue de él; se donó sin límites a todos y cada uno de los miembros de Lumen Dei. Su anhelo: trabajar juntos, y juntos sufrir por amor a Dios y a la Iglesia, para dar a Dios el culto que Él desea: el de la rendida y disponible sumisa adoración, el del cumplimiento fiel de sus mandamientos y deseos, el de convertir la propia vida en una obra de caridad espontánea, gratuita y generosa… Y así, unidos, crear plataformas aptas para irradiar Luz de Cristo y extender su Reino en su doble vertiente natural y sobrenatural en todas las actividades de la vida humana.

Hombre incondicional a todas las Voluntades de Dios, vivió sumergido en el misterio Trinitario: Una Autoridad que mantenga el ser en lo que es: el Padre; por los rieles de una Sabiduría, toda ella Luz y Verdad: el Hijo; para una Entrega, un Amor comunicante que da Vida: el Espíritu Santo. Y de este modo configuró su vida y sus obras en clave de Unidad.

En su afán de ser «Luz de Dios», itinerante a lo divino, quiso dar sentido a tantas vidas a través de los Ejercicios Espirituales y los Retiros.

El padre Molina miembro de Lumen Dei: foto del El padre Rodrigo Molina (fundador de Lumen Dei) durante la ceremonia en la que pasa a vincularse al sector sacerdotal de la Unión Lumen Dei (Unión Sacerdotal Lumen Dei), en el seminario Santo Toribio de Mogrovejo, Trujillo, España.

Apóstol de intensísima actividad, dedicó en exclusiva los mejores momentos de su jornada a la oración. Impulsó la Adoración Perpetua a Jesús Sacramentado. Propagó incansablemente la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y a Nuestra Señora del Encuentro con Dios. Alentó a sus hijos a profundizar en la «Mediación Maternal» de María, y anhelaba ver definida como dogma de fe esta verdad.

El 5 de noviembre de 1996, con la aprobación de sus Superiores, pasó a vivir su consagración a Dios en la UNIÓN LUMEN DEI. El 25 de mayo de 1997 fue elegido Presidente General de la Asociación por unanimidad.

Comprendió que las exigencias del Evangelio son sencillas, nítidas. No podía admitir atenuantes. Y abrió horizontes de luz. Trazó vías inéditas. Y cuando conoció que llegaba su Hora, se alegró. Se ofreció victimalmente a Cristo y nos legó el regalo más precioso: su vida.

Tras padecer con fortaleza heroica un doloroso cáncer, su «dies natalis», donde entró en la casa del Padre, llegó el 28 de abril de 2002 en Madrid, rodeado de sus hijos, después de haber sido confortado por los Santos Sacramentos. «Sabiendo Jesús que había llegado su Hora… los amó hasta el extremo».

«…Ponemos ante el Señor la vida y la muerte de nuestro hermano que califico, con fundamento, de “extraordinaria” y siempre al servicio del Señor y su Santa Iglesia. (…) Identificado plenamente a la muerte y triunfo de Jesucristo, Él ha dispuesto para nuestro hermano la Eterna Pascua Florida, que nos llena a todos de esperanza (…) Puso las bases, bien fundadas, de una nueva familia eclesial. Puedo asegurarles, por mi parte, que nunca les dejará solos. Intercederá ante el Señor con toda su fuerza y contemplaremos sus frutos…» (De una carta de Mons. Dr. D. Ramón del Hoyo López, Obispo de Cuenca).

HNA. JOSEFINA SERRANO, L.D.

La hna. Josefina joven: foto de la hermana Josefina Serrano, cofundadora de la Unión Lumen Dei, durante su juventud.

Cofundadora y Primera Presidente General Adjunto del Sector Femenino de la Unión Lumen Dei.

Nació en Caracenilla (Cuenca, España) el 27 de mayo de 1948. A los 20 años conoció al P. Rodrigo Molina, quien acababa de incoar, en el Cuzco, (Perú), lo que hoy es la Sociedad Familiar Eclesial Unión Lumen Dei.

Primer Miembro de la Asociación al frente del Sector Femenino como Presidente General Adjunta. Transcurrió su vida, durante 30 años, a la sombra del Padre, secundando sus iniciativas, plasmando en el alma de las Hermanas y señoras del Sector Matrimonial el espíritu que el Señor ha querido infundir a través del Fundador en esta nueva Familia Eclesial: Ser «Luz de Dios» en este mundo, viviendo el radicalismo del Evangelio de Jesús al estilo de la primitiva Iglesia de Jerusalén para conseguir, primero, la santidad propia, y segundo, hacer de toda actividad laboral, en especial la docente mediante centros docentes o discentes y medios de comunicación, una plataforma apta para extender el Reino de Jesucristo, Rey del Universo, de modo preferencial entre nuestros hermanos los más desheredados.

Las primeras hermanas de Lumen Dei: foto de las primeras seis hermanas misioneras, entre ellas está la hermana Josefina.

La arrastraba el amor…: obra suya es el Hospital para los quechuas desheredados que tantas vidas ha salvado. Ofreció su vida por Lumen Dei y por la salud del P. Molina. El Señor acogió ese ofrecimiento y después de tres años de desgarradora enfermedad, su alma preciosa salió al encuentro de Dios que vino a buscarla en Madrid, rodeada de sus hijas, el 5 de octubre de 1999.

Fue ejemplo de sencillez abnegada, de olvido de sí… Como estaría Santa María al pie de la cruz gastándose y desgastándose para gestar en el dolor a la Iglesia de su Cristo, también Lumen Dei es fruto de la maternidad virginal y fecunda de la Hna. Josefina. Heroica en su conformidad absoluta al Querer de su Padre Dios, consecuente hasta el fin a su donación generosa, oblativa y universal sellada mediante la emisión de sus votos treinta años atrás. Instante feliz en el que teniendo presente toda su vida tuvo el gran acierto de ofrecerla de una vez para siempre a su Dios.

¿Por qué buscáis a la Hna. Josefina entre los muertos? Su muerte fue vida: en Josefina ha triunfado Dios, que le inspiró identificar fidelísima y delicadamente su voluntad con la Divina, durante su muerte y durante toda su vida.

¡Cómo la ama el Padre! ¡Cómo la abraza el Hijo! ¡Cómo la compenetra e íntima con Dios el Espíritu Santo!
Unida con Dios para siempre, goza de la presencia de Dios: ella es permanencia; ¡está presente entre nosotros!
¡Oh feliz Josefina: vives ya las dimensiones de Dios! ¡Acuérdate de nosotros que vivimos en este valle de lágrimas, lleno de opacidad para Dios! Y concédenos las gracias que con toda confianza te imploramos» (Palabras del R. P. Rodrigo Molina en el aniversario de su fallecimiento).

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Carisma y Espiritualidad

Lumen Dei fiel a Cristo en la Iglesia: montaje icónico de Cristo Rey y Sacerdote, con Nuestra Señora del Encuentro (NSE) con el fondo de la plaza de San Pedro.

El carisma de la Unión Lumen Dei es la adoración-reparación en el servicio a los más necesitados. Nuestra espiritualidad es trinitaria, cristocéntrica, eucarística y mariana, y bebe en las fuentes de la tradición espiritual de la Iglesia, y especialmente en algunos santos maestros de vida espiritual, nuestros santos patronos.

Nuestro carisma

Nuestro carisma, en la Unión Lumen Dei, es la adoración-reparación a Dios Trinidad, mediante la configuración con Cristo en el misterio del Gólgota, inseparablemente unido al misterio de la Encarnación del Verbo, cuando dijo a su Padre: “He aquí que vengo a hacer, oh Dios, tu Voluntad” (Heb 10, 7). El Verbo Encarnado es Luz del Padre para la Salvación de los hombres (Jn 1,4); Luz de Amor Redentor que resplandece de manera fulgurante en la Cruz gloriosa.

Nuestra espiritualidad

Adoración: los miembros de la Unión Lumen Dei durante la adoración eucarística en una de nuestras capillas.

Nuestra espiritualidad, unida a la Tradición de la Iglesia, es:

Trinitaria: porque buscamos interiorizar y hacer vida propia la vida del Dios Trinidad que es Amor.
Cristocéntrica: pues nuestro carisma y nuestro fin son realizables sólo en la medida en que nos configuremos con Cristo, el único salvador y redentor de la humanidad, por medio de su Iglesia.

Eucarística: el alma de nuestro apostolado es la adoración del misterio del Dios Amor, preferentemente delante de Jesús Eucaristía, que es la prenda máxima del Amor de la Trinidad dada a los hombres.

Mariana: ya que, mediante la consagración a Santa María, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, buscamos asociarnos a su mediación maternal para colaborar más eficazmente en la misión redentora de Cristo.

Santos patronos

Nuestra forma de vida, en la Unión Lumen Dei, se desprende de santos que han dejado su palabra y ejemplo a lo largo de toda la vida de la Iglesia: desde la fe contra toda esperanza del Santo Patriarca Abraham hasta el amor con locura a la Madre de Dios de San Maximiliano María Kolbe, y su celo en difundir el Evangelio por los medios de comunicación; escuchando la revelación que nos dejaron los Santos Apóstoles – particularmente, Pedro, Juan Evangelista y Pablo -, y admirando la radicalidad de San Antonio Abad y San Pacomio; bajo una regla, sencilla expresión del Evangelio según lo establecido por San Basilio, y aprendiendo de San Agustín la vida de caridad fraterna y en salida para la promoción del Reino de Dios; siguiendo una vida dedicada a la oración y trabajo a semejanza de San Benito; orientando toda nuestra existencia hacia Dios, para quedar, como San Bruno, cautivados por Él; con fidelidad sin glosa al Evangelio, como San Francisco de Asís; dedicados a la oración, al estudio y predicación de la Palabra de Dios, como Santo Domingo de Guzmán; buscando en todo la mayor gloria de Dios, según enseñanza de San Ignacio de Loyola; aprendiendo con Santa Teresa la oración contemplativa para alcanzar la unión con Dios; buscando la nada de lo creatural para vivir con San Juan de la Cruz el Todo de lo de Dios; deseando ofrecernos, cual lo hizo Santa Margarita María de Alacoque, como víctima inmolada al Padre ser sumergidos en la Santidad de Amor de Dios; y por medio de la infancia espiritual vivir en el abandono confiado en Jesucristo como lo vivió Santa Teresita del Niño Jesús.

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«AMAR AL ESTILO DE JESÚS SIN SENTIR HONDA PREOCUPACIÓN POR LOS PROBLEMAS QUE DESGARRAN A TANTOS HOMBRES Y DESHUMANIZAN SU VIDA ES TOTALMENTE IMPOSIBLE»
(P. RODRIGO MOLINA L.D.)

Vida y Misión

Sirviendo a los pobres: foto del El padre Rodrigo Molina (fundador de Lumen Dei) en una de las misiones quechuas repartiendo comida a los niños con sus madres.

La vida y la misión de la Unión Lumen Dei se sintetiza en el seguimiento e imitación de Cristo, que por nosotros se abajó, hasta hacerse a sí mismo siervo y víctima de amor por nuestra salvación. Así los miembros de la Unión Lumen Dei quieren ser Luz de Dios en el mundo, para hacer del progreso humano plataforma apta para el encuentro Dios.

Con los enfermos: un sacerdote de la Unión Lumen Dei atiende a una enferma en las misiones del Perú.

Nuestra vida en la Unión Lumen Dei es apostólica, y para que sea realmente fecunda la oración es parte central de nuestra vida, para que de ella tome fuerza y eficacia todo nuestro quehacer diario en servicio de los más desfavorecidos y machacados en el cuerpo y en el alma.

Y para que nuestro apostolado sea efectivo buscamos vivir la vida de los primeros cristianos en comunión fraterna.

La Unión Lumen Dei cuenta con la aprobación eclesiástica de 64 diócesis de distintos países del mundo: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, EE.UU., Irlanda, México, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela. Actualmente, nuestro apostolado está centrado en España, Perú y México. Y en la actualidad nuestra misión se desarrolla en España y Perú.

La labor apostólica y misionera de Lumen Dei se desarrolla en diversos campos:

Por los caminos polvorientos: misioneras de la Unión Lumen Dei caminan por una de las villas miserias del Perú.

  • Atención de Parroquias.
  • Predicación de Ejercicios Espirituales y Retiros.
  • Dirección espiritual.
  • Adoración al Santísimo.
  • Catequesis a niños, jóvenes y adultos y grupos juveniles.
  • Difusión de la Devoción Mariana.

Asistencial-Provida.
Educación-formación cristiana.
Medios de Comunicación.

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